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Fotografía:Lulu Pujols |
AL MAR
¡Adiós, libre elemento!
Por última vez frente a mí
Haces rodar olas azules
Y resplandeces con tu belleza orgullosa.
Como el murmullo melancólico de un amigo,
Como su llamada en la hora de despedida,
Tu triste ruido, tu ruido invocador
He oído por última vez.
¡País deseado de mi alma!
¡Con qué frecuencia por tus orillas
Paseé, silencioso y brumoso,
Atormentado por un pensamiento atesorado!
¡Cómo amaba tus ecos,
Sonidos apagados, la voz del abismo
Y tu silencio en la hora de la tarde,
Y tus impulsos caprichosos!
Vela humilde de los pescadores,
Protegida por tu capricho,
Se desliza con valor en medio del oleaje:
Pero tú te perturbaste, invencible,
Y ya se hunde la bandada de naves.
¡No pude dejar para siempre
La orilla aburrida, inmóvil,
Ni saludarte asombrado
Y por tus crestas dirigir
Mi poética fuga!
Estabas esperando, llamando… yo estaba encadenado;
En vano aspiraba mi alma:
Fascinado por una pasión poderosa,
Me quedé en tierra…
¿Qué lamentar?¿A dónde, ahora,
Dirigiría mi camino descuidado?
Una cosa en tu desierto
Dejaría impresionada mi alma.
Una roca, la tumba de la fama …
Allí se sumergían en gélido sueño
Recuerdos grandiosos:
Allí se apagaba Napoleón.
Allí descansó entre sufrimientos.
Y después de él, como el ruido de la tormenta,
Se fue de nosotros otro genio,
Otra dueño de nuestros pensamientos.
Desapareció, por la libertad llorado,
Dejando al mundo su corona.
Muévete, agítate con el mal tiempo:
Él fue, oh mar, tu poeta.
Tu imagen se imprimió en él,
Fue creado por tu espíritu:
Como tú, poderoso, profundo y sombrío,
Como tú, siempre indomable.
El mundo quedó vacío … ¿Ahora a dónde
Me llevarías, oh, océano?
El destino de los hombres es siempre el mismo:
Donde hay una gota de bien, están en guardia
La civilización o el tirano.
¡Adiós entonces, mar! No olvidaré
Tu belleza solemne
Y oiré por mucho, mucho tiempo
Tu bramido en las horas de la tarde.
A los bosques, a los desiertos silenciosos
Llevaré, lleno de ti,
Tus rocas, tus bahías,
Y el brillo, y la sombra, y el murmullo de las olas.
Pushkin escribió este poema en 1824, exiliado en la finca de su padre en Mijáilovskoe.